Blue Chips son los valores de gran capitalización. A este segmento del mercado pertenecen las empresas líderes de los índices de renta variable más conocidos. Son las empresas más solicitadas por los inversores que buscan una empresa con un negocio consolidado, con beneficios asegurados. Son seguidas muy de cerca por analistas e inversores y por tanto, con una cobertura muy amplia y de gran liquidez.

Las Small Caps, o empresas de pequeña capitalización, no suelen ser el centro de atención de los inversores y analistas. El esfuerzo realizado en analizar estas empresas puede aportar un valor añadido considerable. Se acaban convirtiendo en la pequeñas grandes sorpresas.

El mercado de las Small Caps no es tan eficiente como el de blue chips, esto puede ser un arma de doble filo. Por una parte facilita la detención de fuentes de valor por parte de los analistas que, por otro lado, pueden pasar largos periodos de tiempo hasta que se ajustan las valoraciones. La mejor forma de acercarse a este activo es la inversión a largo plazo.
Este fondo de renta variable está destinado a inversores que buscan la apreciación del capital a largo plazo, por medio de inversiones en valores de renta variable de emisores estadounidenses.

El fondo invierte en compañías bien establecidas de alta calidad radicadas en EE.UU.

Estas compañías son seleccionadas por el gestor de carteras por sus posiciones dominantes en sus respectivos sectores, equipos directivos superiores y tasas de crecimiento atractivos.
Este análisis no pretende en ningún caso ser una oferta de compra o de venta ni una promesa de resultados. Rentabilidades pasadas no implican rentabilidades futuras.