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Invertir bien en fondos de inversión no es una tarea complicada, basta con tener claro una serie de conceptos.- En primer lugar, hay que tener clara la idea de que el hecho de que un fondo de inversión haya obtenido una buena rentabilidad en el pasado, no es ninguna garantía de que ofrecerá la misma rentabilidad en el futuro.
 Las rentabilidades hay que compararlas con las obtenidas por el mismo tipo de fondos y durante el mismo periodo de tiempo. Para escoger correctamente un fondo, el inversor tiene que tener en cuenta los activos que forman su cartera y las comisiones que le cobran, pues de ello dependerá su rentabilidad futura.Si bien es cierto que los mejores fondos de hoy pueden no serlo mañana, es importante escoger bien desde el principio. Incluso, no se debe invertir en un solo fondo de inversión, sino en varios, con el objetivo de disminuir el riesgo y obtener unos resultados mejores. - Antes de comprar participaciones en un fondo de inversión asegúrese de contar con el folleto del fondo y que entiende toda la información que contiene. La gestora debe entregar el folleto informativo, donde estén plasmadas las características del fondo de inversión. La entrega del folleto es obligatoria antes de la suscripción.. Revise también los informes trimestrales de cada uno de sus fondos, compruebe que la evolución de los fondos es acorde con la política de inversión definida en el folleto. Si es posible, evalúe la rentabilidad-riesgo de su fondo frente a la media de fondos pertenecientes a la misma categoría (esta información la podrá encontrar en prensa financiera), así como la evolución frente al mercado de referencia.
- Hay que destacar que la asignación de activos es el factor que más pesa en el éxito o fracaso de una cartera de inversión.
En la asignación de activos, hay que determinar el porcentaje de la cartera que vamos a mantener en renta fija y en renta variable, según cual sea el nivel de riesgo que el inversor esté dispuesto a asumir. En el caso de la renta fija habrá que determinar, por ejemplo, la proporción que va a ir en cada moneda (euros, dólares americanos y yenes) y en el caso de la renta variable la proporción que va a ir a cada zona geográfica (USA, Europa, Japón y mercados emergentes).  - Cada persona debe invertir de acuerdo a su circunstancia. Así, las dos variables que hay que tener en cuenta a la hora de formar una cartera de inversión son el límite de riesgo que el inversor está dispuesto a asumir y su horizonte temporal.
Por lo que se refiere al riesgo, en la inversión a largo plazo los niveles o perfiles básicos de riesgo son tres: agresivo (dispuesto a asumir riesgos), moderado (dispuesto a asumir algún riesgo) y conservador (no dispuesto a asumir riesgos). El horizonte temporal es otro elemento a tener en cuenta, es importante saber a cuántos años vista invertimos ya que este factor determinará, fundamentalmente, la fiscalidad de nuestra inversión y el tipo de fondo en el que debemos invertir. - Hay que decidir si limitar la inversión a los mercados españoles o si desea diversificar, es decir, invertir también en otros países con el objetivo de reducir riesgos. Si decide invertir en valores españoles, escoja entre tres y cinco fondos formados exclusivamente por renta variable, para cumplir con la parte de acciones, y otros tantos formados sólo por renta fija, para la parte de bonos. Dentro de los fondos de renta fija se debe procurar que haya una parte de fondos de vencimiento a medio plazo y otra de vencimiento a largo plazo.
- Posteriormente, se aconseja reequilibrar la cartera por lo menos una vez al año, pues a lo largo del tiempo los porcentajes iniciales de bonos y acciones elegidos se desequilibrarán en función de la evolución de los mercados. También se debe reequilibrar por divisa (moneda) y zona geográfica. Además, la cartera debe reajustarse cada año con el objetivo de ir aumentando el peso de los bonos (menos riesgo) a medida que se acerca la fecha de vencimiento de la cartera.
- Hay ocasiones en que se deben ajustar o cambiar las carteras a largo plazo, por ejemplo cuando un fondo obtiene peores resultados que otros similares, cuando un fondo cambia su política de inversión o las pautas seguidas para invertir y cuando los objetivos del inversor cambian.
- No se deben suscribir participaciones de fondos a través de una conversación telefónica, sin conocer antes las características del fondo, que se contienen en el folleto antes mencionado.
- A menudo el inversor ingresa dinero en la cuenta corriente para suscribir participaciones de un fondo, sin conocer la estrategia de inversión, el número de participaciones que posee, el valor liquidativo, y las comisiones que le cobran por las operaciones que realiza.
- A la hora de reembolsar las participaciones, la gestora debe vender las participaciones al valor liquidativo establecido en el día. Sería incorrecto por tanto, si al cliente se le aplica el precio de las participaciones en fechas pasadas.
- Las participaciones de un fondo de inversión, sólo se deberán comprar a las sociedades inscritas en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) encargado de regular los mercados y dependiente del Ministerio de Economía.
- Por último, es importante señalar que la ansiedad no le debe hacer cambiar su plan y estrategia de inversión inicial, pues, aunque la estrategia no le dará satisfacción todos los años, a largo plazo sí. Lo peor que puede hacer un inversor que no tiene la posibilidad de seguir los mercados de forma profesional es tratar de actuar a corto plazo, ya que esto le llevará a invertir cuando el mercado ya ha subido (está caro) o a desinvertir cuando el mercado ya ha incurrido en perdidas.
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