No obstante aunque se pueden utilizar otros instrumentos deben ser de pasivo; es decir, unos fondos de inversión no pueden ser tomados como una cuenta vivienda, porque su finalidad no es la del ahorro, sino la inversión, pero un depósito a plazo fijo sí podrá serlo.

Para poder beneficiarse fiscalmente, este depósito bancario tendrá que cumplir dos condiciones:

• Que se dedique todo su saldo sólo a compra o rehabilitación de su primera vivienda.

• Y que lo haga en un plazo máximo de cuatro años, que empiezan a contar desde su apertura.

En el caso de que el dinero se destine a una finalidad diferente, no se podrá obtener beneficio fiscal alguno, y en el caso de que ya los hubiese aplicado, se tendría que proceder a la devolución del importe de los mismos a Hacienda, junto con los consiguientes intereses de demora.

Recuerde que sólo se admiten las cuentas vivienda para la adquisición de la primera vivienda, desapareciendo por tanto esta posibilidad para las personas que ya dispongan de vivienda habitual.